Hoy nos ha dejado Neska, nuestra querida perra. Apenas hemos tenido tiempo de reaccionar. Ha sido demasiado inesperado...
Notaremos su ausencia cuando vayamos a la huerta, sus lametones, sus huellas de barro en los pantalones como señal de bienvenida, los ladridos a los perros de los vecinos cuando la sacábamos a pasear, como devoraba la fruta o perseguía a las gallinas como una posesa. Incluso lo pesada que se ponía a veces, eso también lo echaremos en falta.
Solo la nena tuvo tiempo de despedirse de ella hace unos días, quién se lo iba a imaginar...
Espero que ahora esté brincando en los pastos de ese "cielo perruno" que ninguna religión ha inventado aún... pero yo si que lo he hecho.
3po.